Los corredores (al menos yo) solemos ser bastante pejigueros con el tema de la alimentación. ¿Quién no tiene un familiar, novia, padres, amigos o allegados que esté harto de nuestras cargas de hidratos antes de las carreras o de nuestras manías en los menús diarios? Pues bien, otra de las nuevas secciones del blog van a ser una serie de recetas sencillas, sanas y sobre todo fáciles de hacer para que no nos generemos enemistades innecesariamente y podamos cocinarnos lo que nos gusta nosotros mismos.
Como primera receta os voy a mostrar como hacer una masa de pizza casera y luego una pizza de atún sobre esa base.
Antes de nada, advertir a todo aquel que se quiera animar con esta receta de que requiere algo de tiempo. La masa debe reposar en torno a una hora para que pueda fermentar y resulte más esponjosa cuando se hornee.
Ingredientes para la masa-300 gramos de harina.
-200 ml de agua.
- 1/2 cucharadita de sal.
-1 sobre de levadura seca (de panadería).
-1 cucharada de aceite de oliva virgen.
La elaboración de la masa no tiene mucho misterio: primero se mezcla la harina con el sobre de levadura de panadería (no confundir con la levadura en polvo Royal) y la media cucharadita de sal. Todo ello en un recipiente hondo y bastante grande porque luego será donde echemos el agua.
Se pone el agua a calentar, pero solamente hasta que quede tibia ya que si se calienta en exceso se puede llegar a anular el efecto de la levadura.
Se vierte el agua en el recipiente donde está la mezcla de harina, sal y levadura, y se vierte también la cucharada de aceite de oliva virgen. Con la ayuda de una cuchara se da vueltas hasta conseguir que la harina absorba el líquido y el conjunto empiece a despegarse de las paredes.
Una vez la masa ha comenzado a despegarse de las paredes del recipiente, conviene pasar a una mesa para poder amasar más fácilmente. Así que espolvoreamos un poco de harina en una mesa para evitar que la masa se pegue, y volcamos la masa para empezar a amasar.
Al principio la masa tiene una textura un tanto pegajosa, pero a medida que amasemos se hará uniforme y lisa. Se recomieda amasar enérgicamente unos minutos y terminar formando una bola .
Metemos la bola de nuevo en el recipiente y la dejamos reposar en torno a una hora. En invierno la temperatura ambiente hace que la fermentación sea más lenta, así que recurrimos a un truco: calentamos el horno a una temperatura suave durante unos cinco minutos y después lo apagamos y metimos dentro la masa para que fermentara más rápidamente. Después de la hora, hemos de comprobar que la masa ha doblado más o menos su tamaño, así sabremos que vamos por buen camino.
Una vez tenemos la masa fermentada, la amasamos un poco para poder trabajarla. Con ayuda de un rodillo de madera alisamos la masa y le damos forma a la base de la pizza.
Ya casi hemos terminado con la base, sólo queda meterla en el horno a temperatura media (170º-180º) durante 5 minutos y .... voilá!!! Ya hemos sido capaces de hacer ¡¡nuestra primera masa de pizza casera!!
Pizza de AtúnUna vez que tenemos la masa, ya sólo hay que echar por encima todos los ingredientes que nos apetezca para teminar la pizza. En mi caso:
- salsa de tomate
- 2 latas de atún
- 1 lata pequeña de aceitunas verdes
- 1 lata pequeña de aceitunas negras
- unas hojas de albahaca
- mozzarella
Lo primero y más importante es echar el tomate de forma que cubra toda la base de la pizza:
Una vez hecho esto, echamos las dos latas de atún, las aceitunas negras, las verdes, la hojas de albahaca y finalmente el queso rallado por encima.
Metemos la creación en el horno a temperatura media-alta (180º-200º) durante unos siete minutos y ....... ¡este es el resultado!
¡Buen provecho!
La receta es bastante sencilla:
- Pelamos la cebolla y la cortamos en trocitos pequeños.
- Ponemos las dos cucharadas de aceite en una cazuela/sartén con bastante fondo y de unos 26-28 cm de diámetro. Cuando el aceite esté caliente, echar la cebolla picada y un poquito de sal.
-Agregamos el arroz y dejamos que rehogue unos dos minutos. Pasado ese tiempo, echamos el vino blanco y removemos hasta que el arroz haya absorbido el líquido.
- En ese punto ya podemos echar el caldo de pollo. Es importante que esté caliente para evitar que haya mucho contraste de temperaturas entre el arroz y el caldo. Si se usa caldo de pollo bajo en sal, podemo rectificar ésta lo que sea necesario una vez se haya echado el caldo de pollo.
- El arroz tarda en hacerse unos 30 minutos, aunque todo depende del fuego y del tipo de arroz. Cuando el arroz se haya ablandado y el caldo esté empezando a escasear, apagamos el fuego, echamos el parmesano, removemos un poco arroz con el queso, lo dejamos enfriar un poco y ya podemos servir.
¡Buen provecho!
