domingo, 13 de diciembre de 2015

La bolsa (camiseta) de la San Silvestre Vallecana 2015

Camiseta de la San Silvestre Vallecana 2015
Un año más vuelvo con una entrada clásica, la San Silvestre Vallecana, su camiseta, la gymkana que supone inscribirse, la peregrinación para recoger la bolsa del corredor donde a Nike le plazca...(2011, 2012, 2014).

No voy a ahondar en lo de siempre, que si es un dolor inscribirse, que si Nike a prostituido la carrera popular con más tradición, que si es cara, que si hay que registrarse en Nike+, que si tal que si Pascual. Al final, esto, como casi todo en la vida funciona según la ley de la oferta y la demanda. Y hoy en día todo lo relacionado con el running, atletismo popular o como lo queramos llamar cotiza al alza.
Trasera de la camiseta

Cada uno que haga lo que quiera, yo por mi parte lo tengo claro, me sigue mereciendo la pena tragar con ciertas cosas para poder correr, si nada lo impide, mi decimotercera San Silvestre Vallecana consecutiva. En esta ocasión no tengo dudas, al haberme pasado la temporada casi en blanco no tengo acreditada marca (sólo los 52 minutos de Canillejas), correré tranquilamente acompañando a mi padre una vez más. Si sigo acumulando entrenamiento, ya habrá tiempo para intentar poner el cuerpo al límite en otras pruebas.

Esta vez para recoger el dorsal se podía elegir o la tienda Nike de Serrano o El Corte Inglés. A mí me pillaba mejor Serrano, asi que allí me presenté el sábado. Todo bien, nada de colas, en total 5 minutos.
Contenido de la bolsa de la San Silvestre Vallecana 2015

¿La camiseta? Pues en la tónica de otros años, finita y sin alardes. En la bolsa, publicidad variada, la pulserita para acceder al cajón y pare usted de contar. Cabe reseñar que ya ni se menciona "San Silvestre Vallecana" en la bolsa. Llegará el día que esto será la Nike Madrid Run del 31 de diciembre.


Nike por delante

Nike por detrás
Y poco más que contar, ¡nos vemos el dia 31!

sábado, 28 de noviembre de 2015

Trofeo Jose Cano 2015. Canillejas. La crónica.

Por fin un dorsal en mi pecho
Después de exactamente 9 meses, un parto, vuelvo a escribir unas líneas en este humilde blog.
La batalla contra mi maldita lesión aún no ha finalizado pero al menos he mejorado lo suficiente para poder correr con asiduidad. Os hablaré del proceso de recuperación en una próxima entrada.

El domingo pasado fue un día especial, por primera vez en 2015 he sido capaz de ponerme un dorsal. No para competir a mi nivel (que ahora mismo es paupérrimo) pero sí para disfrutar de nuevo del ambiente de las carreras.

El evento fue el Trofeo José Cano, la de Canillejas de toda la vida. Siempre me gusta empezar la temporada en esta carrera. De hecho, he estado allí los últimos cinco años (2011, 2012, 2013 y 2014).

La organización de la prueba es correcta, pero otro año más he notado que es un carrera en decadencia en lo referente a su popularidad entre los corredores madrileños. Menos participación, siendo posible inscribirse la misma mañana del evento. A mí personalmente no me desagrada, el circuito me gusta y prefiero disfrutarlo con cuanta menos gente mejor. El tiempo acompañó, día fresco pero soleado, perfecto para correr.
Bolsa del corredor (Canillejas 2015)
Como hice en 2014 corrí acompañando a mi padre, algo que me encanta y más en esta ocasión porque era la carrera que mi progenitor tenía entre ceja y ceja como objetivo de sus entrenamientos.
Los kilómetros acumulados desde el verano por su parte han dado su fruto en forma de marca personal en un carrera muy bien corrida, de menos a más, sin quemarse en las cuestas de Arcentales y llegando con mucha fuerza a los 3 kilómetros finales, que salieron holgadamente por debajo de los 5 min/km.

Resultado final: marca personal de siempre con casi sub 52. Mi padre ayer cumplió 64 años, no está nada nada mal. Yo desde luego firmo estar dentro de 30 años en condiciones y con ilusión de seguir dándole a la zapatilla.
Liebreando a mi padre

Clasificaciones
Vídeos gentileza de Corriendovoy
Fotos de acción gentileza de Eduardo Sáez, edutri3

sábado, 28 de febrero de 2015

Seguimos peleando con el tibial posterior

TENS para mi tibial posterior
Las semanas van pasando y yo sigo con mi particular viacrucis: la lesión en el tibial posterior que está provocando que me pase la temporada en blanco.

La batalla empezó a principios de noviembre y a día de hoy la guerra continúa. Para no aburriros demasiado os hago un resumen rápido de la evolución de la misma:

- Empecé con las molestias el cara interna del tobillo derecho tras un rodaje normal y corriente en noviembre.
- Tras probar los clásicos remedios que todos los corredores utilizamos cuando tenemos un lesion (Traumeel, hielo, alguna sesión de fisioterapia...) decidí parar unos cuantos días de correr.
- Al retomar la carrera a pie, el dolor no sólo no se había ido sino que iba a más, llegando a dolerme de manera intensa incluso caminando.
Quitándome el mono con la bici
- El siguente paso fue ir al traumatólogo, hacerme una resonancia y obtener el correspondiente diagnóstico, que fue bastante descorazonador. El pie derecho estaba en bastante mal estado: esguince crónico del ligamento peroneoastragalino anterior, tenosinovitis de los tendones peroneos, tibial posterior y flexor común de los dedo, aunque donde yo siento el dolor es en la inserción y tramo final del tibial posterior.
- La causa de la lesión parece ser pronación excesiva provocada por un pie bastante plano. Curioso no haber notado nada en más de 10 años como corredor.
 - Para intentar recuperar, me recetaron 25 sesiones de rehabilitación y unas plantillas, y por supuesto, nada de correr (el último día fue el 6 de enero, mi regalo de Reyes particular)
- Y a ello me puse. A día de hoy he terminado la rehabilitación que consistió en masaje transverso profundo y TENS, y he pasado a la siguiente fase: fortalecer toda la musculatura del pie, el gemelo, el sóleo y el tibial para tratar de evitar las plantillas y poder volver a correr sin dolor.
Crudo invierno en la sierra madrileña
Para quitarme el mono y mantener la forma mínimamente sin perjudicar la recuperación, he estado haciendo bicicleta, sobre todo en casa en el rodillo pero también en la sierra los fines de semana aunque el tiempo no ha acompañado mucho.

A día de hoy estoy ya en fase de resignación. Esta lesión es de recuperación muy lenta, llevo ya muchas semanas KO y mi único objetivo de aquí al verano es poder volver a rodar una horita sin dolor. Ojalá lo consiga, desde luego por mi parte no va a quedar.

Los que estéis sanos disfrutad de cada rodaje, de cada serie, de cada competición como si fuera la última. No os podéis hacer idea de lo que se echa de menos que te dé el aire en la cara corriendo por cualquier parque cuando no lo puedes hacer.
Vista de la Pedriza desde mi bici de montaña

jueves, 15 de enero de 2015

San Silvestre Vallecana Popular 2014. La crónica.

La bolsa del avituallamiento
Un año más, y van 13 consecutivos, corrí la San Silvestre Vallecana Popular.

Durante las vacaciones navideñas intenté recuperar mi lesión en el tibial posterior sin mucho éxito. El dolor se mitigó con reposo y cuidados un poco pero en cuanto volví a correr (carrera continua muy suave apenas 30 minutos) se encendieron las señales de alarma. Como ya llevo más de dos meses con el tema está claro que esto no se va a curar así como así, por lo que me he embarcado lo que yo llamo el periplo de las lesiones del corredor: fisioterapeuta, traumatólogo, resonancia, etc etc...A día de hoy llevo parado totalmente desde el día de Reyes por prescripción facultativa, eso es otra historia, ya os hablaré largo y tendido de la lesión en una entrada próximamente.

Volvamos a la Vallecana. Dado que la cosa pintaba mal con el tobillo, decidí parar todo tipo de entrenamiento unos días antes del 31, con la esperanza de que con ibuprofeno, hielo y descanso, al menos poder terminar el año trotando al ritmo de mi padre como hice en 2013 y 2012.

La mañana del 31 fue muy agitada por motivos que ahora no vienen al caso (sólo os comento que tengáis mucho cuidado con las inmobiliarias), así que la liturgia pre-carrera no fue muy ortodoxa que digamos. Dejamos el coche en Vallecas, hicimos uso del ropero gratuito de la organización por primera vez en todos estos años (y la verdad es funcionó de lujo) y comimos mucho más tarde de lo habitual. Con los nervios, se me olvidó ponerme el chip, cosa que no me había pasado jamás.
Agua, Aquarade, barrita y colágeno
En lo referente a la carrera, todo genial. Mucha gente como siempre pero con un poco de paciencia y comprensión, nada que no se pueda soportar. Nosotros salimos del cajón sub 55 y pudimos correr bastante bien desde el principio. Karmele hizo lo propio desde el cajón femenino y también acabó su segunda Vallecana consecutiva.

No puedo dejar de referirme a la polémica descalificación de los 3 primeros clasificados de la Popular: Salinero, Bekele y Villalobos. No entiendo muy bien el porqué de tanto revuelo. Vale que esta carrera se ha convertido en un gigantesco evento promocional para Nike, vale que los tres atletas fueron claramente los mejores en carrera, pero es igualmente cierto que el reglamento de esta competición (que, por cierto, no se rige por el reglamento RFEA) es clarísimo en ese punto en su artículo 6:

"El participante deberá llevar correctamente puesta y visible en su totalidad la camiseta dorsal que provee la organización durante la carrera, en ningún caso se proporcionará dorsales que sustituyan dicha camiseta a ningún corredor"

Por tanto, podremos discutir durante horas la ideonidad de esa norma, su sentido, que otros años se ha hecho la vista gorda, que a las chicas no las descalificaron y todo lo que queramos, pero en mi opinión, si corres una carrera es para respetar el reglamento de la misma. Si no te gusta, la solución es tan sencilla como no correr.

También me rechinó un poco que Bekele esperara descaradamente a Salinero y le dejara ganar (antes de que ambos fueran descalificados). Por supuesto, que cada uno puede hacer lo que quiera dentro del reglamento, pero se me hace raro que por "órdenes de equipo" al más puro estilo F1 se decida quién ha de cruzar primero la línea de meta en una competición.

En cualquier caso, siempre es un inmenso placer terminar el año haciendo lo que más te gusta rodeado de tus seres queridos.